El buen vallenato suena en
los especiales musicales de Radio Jar. Nuestro artista invitado del día es
Silvio Brito, para seguir rindiendo homenaje a nuestro artista colombiano en estos últimos
días del mes de octubre.
Silvio de Jesús Brito
Medina, nació un 24 de enero de 1953 en Pondorito, corregimiento de San Juan
del Cesar, en el departamento de la Guajira. Es un cantante y compositor de
música vallenata. Conocido por su seudónimo de la voz morena del vallenato. También
le dicen el pequeño gigante del vallenato, el pondorito o el mocoso.
Silvio Brito, cuyos padres fueron Silvio Brito y Flor
Medina, se crio entre los corregimientos de Sitionuevo y Pondorito, pasando una
temporada con cada uno de sus padres, ya que se habían separado. Pasó su
infancia entre las labores del campo y la escuela, así como viendo las
cualidades de la voz de su padre quien a menudo asistía u organizaba parrandas
en su pueblo.
Fue así como por la admiración de su padre le surge la inquietud musical a
quien el vallenato conocería como la voz más clara del folclor. Silvio
manifiesta que era su padre quien tenía una voz potente, clara, nítida, muy
bonita, pero quienes no tuvimos la oportunidad de conocer a su padre, podemos
afirmar que el hijo heredó con creces las características de la voz del padre.
En un principio, a pesar de que Silvio se reconocía con una buena voz, dudó
mucho que pudiera llegar a ser alguien grande dentro de la música vallenata; él
veía inmensamente grandes e inalcanzables a las figuras que en ese momento
despuntaban en el concierto musical vallenato.
Las primeras andanzas en estas lides las realizó con sus compañeros de
escuela con quienes acostumbraba a formar rondas de versos que califica de
buenas porque con ellas disfrutaban de los acontecimientos de su entorno
campesino y con los que se burlaban de sus defectos. Ya con el tiempo a Silvio
se le ocurrió conformar una agrupación teniendo en cuenta que todos sus
compañeros eran hijos de músicos o tenían algún vínculo con músicos, y entre
ellos había guitarristas, acordeoneros, compositores, verseadores con los que
fácilmente formaban parrandas verdaderamente completas.
Al formalizarse la idea, comenzaron a fabricar sus
propios instrumentos musicales guiados por el guitarrista Joaquín Brito, pero
faltaba el acordeón para Enrique Álvarez Gámez que lo ejecutaba primitivamente.
Ante la falta del instrumento principal se ofreció Víctor Pantoja para
conseguir el dinero y así lo hizo, producto de la venta a escondidas de una
vaca del hato de su papá; con ese dinero fue enviado Silvio a Valledupar para
comprar el acordeón de dos teclados en el almacén El Buldózer, acordeón que
aunque no muy completo era usado aún por algunos profesionales de esa época.
El rústico grupo musical comenzó sus ensayos constantes de las canciones
más sonadas de la época, y cuando ya interpretaban con propiedad La Charanga
Campesina de Calixto Ochoa, Silvio Brito
padre conceptuó que el grupo ya estaba listo para sacarlo a la palestra, y lo
promocionaba en sus parrandas, sobre todo en las que hacía en una ranchería
indígena llamada El Ceibal, que aún hoy existe en jurisdicción de Distracción.
Debido que a Fonseca llegaban agrupaciones musicales vallenatas y tropicales
de renombre, a Silvio Brito le gustaba ir a verlas y con las visitas a la
población se fue integrando a parrandas donde conoció a personas que se
hicieron sus amigos, como Jesús Torres, Enrique Molina, Heriberto
Bermúdez, José Hilario
Gómez, y uno con los que se hizo gran amistad en primera
instancia fue Jesús Peñaranda que era baterista en esa época. En medio de esas
parrandas Silvio entonaba una canción que había compuesto llamada “El
Solitario” a Jesús Torres le gustó y le pidió que la grabara; él aceptó y grabó
la canción. Por ahí Silvio Brito fue tomando fuerza ya como compositor y va
madurando un poco y es entonces cuando piensa que debe hacerle una canción a su
papá porque todo lo que hacía se originaba por lo que había visto en él.
Entonces pensó en una canción y la hizo, a la que tituló “El Heredero”.
En ese momento pensando en grande se fue a vivir a Fonseca, se fue a
aventurar a Fonseca, pero ya se conocía con Jesús, con otros muchachos y siendo
Fonseca un pueblo de muchas parrandas, con José Hilario Gómez al menos todos
los sábados ensayábamos el disco que íbamos a grabar y que solo hasta ahora
solo se pudo hacer. Después de todas estas andanzas Jesús Torres le brindo la
primera oportunidad de conformar un conjunto. Ya después de estas andanzas y
siendo corista del conjunto de Jesús Torres fueron a Medellín con Álvaro Tovar
Vergara y grabaron dos discos en los que yo fue corista, uno lo grabó José
Hilario Gómez y el otro Jesús Torres, y además en el de Jesús grabó dos
canciones como solista.
A partir de ese entonces se empieza a decir que Silvio Brito y su voz
pueden llegar a ser éxito musical y ya lo había dicho Freddy Molina en La
Junta, que junto con otros dos personajes, los tres ya desaparecidos,
conformaron un jurado de lujo en ese festival: Enrique
Urbina Pinto, María Mónica Urbina, Freddy Molina y Octavio Daza.
Pasado un tiempo, regresaron a Fonseca unos amigos de Silvio que estudiaban
en Bogotá, entre ellos José Zárate, Rodrigo Vélez, Pacho
Vélez, Rodrigo Corzo y le
hicieron una oferta para irse con ellos a Bogotá. Silvio
tenía ganas de seguir experimentando con la música porque pensaba ubicarse,
quería ser alguien, pensando en el futuro. Se fue para Bogotá y allá estuvo
tres años con ellos, pero cantando; allá consiguieron unos buenos clientes: los
dueños de El Tiempo, ellos tenían actividades sociales con frecuencia y les fue
muy bien con ellos, con Guillermo Santos sobre
todo que era el más amigo de todos. El los llevaba a los cumpleaños, cuando
regresaba alguien de la familia de viaje por Estados Unidos los llevaban
para que los recibiéramos y tocáramos vallenatos.
Pero la intención se Silvio era estudiar, terminar bachillerato y seguir
una carrera y fue así como ubicó a Aníbal Martínez
Zuleta que ejercía como Contralor General de la nación,
quien con su buena intención, ofreció diligenciarle un trabajo, pero Silvio le
pidió ayuda más bien para terminar sus estudios, por lo que le pidió que
consiguiera documentación para tal fin. Debió regresar a Fonseca a tramitar
toda esa documentación cuando se presentó en su casa es señor Agustín Meriño a
ofrecerle ser la voz del conjunto de los Hermanos Meriño. En ese momento ya se
sentía como con fuerzas, pero también quería hacerlo con un buen grupo y los
Hermanos Meriño eran un grupo muy bueno en esa época, en el año 1977. Después de ese primer buen trabajo discográfico se
encuentra en una parranda con Rafael Escalona, Jaime Molina,
Poncho Cotes, Leandro Díaz y otros
personajes del folclor vallenato, quienes se ofrecieron a ser sus padrinos
musicales con el compromiso de trasladarse a vivir a Valledupar. Al tratar el asunto con Osmel Meriño no hubo un acuerdo
claro sobre el asunto, lo que al cabo del tiempo dio al traste con la unión, ya
que lograron grabar el segundo disco.
Silvio Brito decidió hacer la promoción del segundo disco en Barranquilla
con unos amigos locutores y algunos periodistas, entre ellos José Orellano, El
Caballo Castillo, y así fue conquistando amigos de los medios; allá se encontró
allá con Ricardo Obando el
representante de la agrupación, a quien acompañó hasta la Universidad
Libre y por casualidad conoció al doctor Mariano Canedo quien
en esa época era el mentor del Binomio de Oro, quien de inmediato manifestó
interés por conocer y tratar a Silvio Brito. Luego de los contactos iniciales
le presentó al Pangue Maestre, un niño, todavía no había cumplido dieciséis
años y le hicieron la propuesta de conformar agrupación con él. Silvio lo
dudaba porque lo veía muy niño, no lo había escuchado tocar, no lo conocía. Al
fin se programó una parranda y Silvio lo oyó tocar muy bien, manejaba todos los
estilos, tocaba vallenatos, tocaba románticos, y le pareció interesante.
Superado todos los temores relacionados con la edad y experiencia y de una
semana de parrandas en Barranquilla se consolidó la unión, y aún con el segundo
disco en promoción se conoció la noticia de la separación con los Meriño y la
nueva unión con El Pangue Maestre. Lenín Bueno Suárez que tenía un programa
en Barranquilla que se
llamaba “La Cuchilla Vallenata” fue uno de los mayores críticos de Silvio en
esa época, pero finalmente pudo aceptar que la nueva unión fue igual o mejor de
exitosa que la primera.
Nuevamente hay unión con El Pangue Maestre y se producen dos trabajos que
dejaron nuevos éxitos en el espectro musical del vallenato, entre los que recordamos
Adiós Amor, Dame Tu Amor, El Ofendido Soy Yo, No Puedo Olvidarte, No Quiero
Hacerte Daño, y los reencauches de Dónde Andará, Fidelina y La Negra Celina.
Hace 3 días, Silvio Brito sufrió una calamidad familiar
debido al fallecimiento de su hijo Alexander Brito en una clínica de Bosconia –
Cesar, tras sufrir un accidente de tránsito en la carretera que de El Difícil –
Magdalena conducía al departamento del cesar.
Las mejores canciones de Silvio Brito, las escucharan
aquí en los especiales musicales de Radio Jar a partir de las 3 de la tarde.
Dirige y conduce Ancisar Angarita, el mono de la radio
barranquillera.
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